Es fundamental entender que los masticables no necesitan durar una hora para que el perro se entretenga. Un masticable que dura solo 10 minutos puede ser igual de beneficioso, dependiendo de la situación en que se ofrezca. Lo esencial es saber elegir el masticable adecuado para cada perro y situación, maximizando sus beneficios y evitando frustraciones.
¿Cómo elegir el masticable adecuado?
Adaptar la masticación a cada perro y situación Escoger un masticable inapropiado puede causar frustración y estrés. Es crucial considerar:
Tamaño y experiencia de tu perro
- Perros pequeños: Ideal para masticables fáciles y rápidos. A medida que ganen experiencia, incrementa la dificultad y la duración. Recomendamos la caja blandita, que contiene todos los nutrientes de la caja premium pero con masticables más blandos.
- Perros medianos: Considera su experiencia previa. Empieza con masticables fáciles y sube la dificultad paulatinamente. Recomendamos la caja premium para beneficiarse de gran variedad de nutrientes.
- Perros grandes: Pueden comenzar con masticables de dificultad media y luego avanzar a masticables de larga duración. Recomendamos empezar por la caja premium y para los perros que necesiten trabajar la mandíbula o que disfruten de masticar cosas muy duras, pueden probar la caja desafío.
Independientemente del tamaño, el masticable debe ser un momento de disfrute. Alterna la dificultad y la variedad para enriquecer la experiencia y evitar la monotonía.
Entorno y situación
El entorno también es crucial. Comienza en un entorno seguro, como en casa, y aumenta la dificultad gradualmente en otros entornos, como el parque o durante viajes.
Preferencias y variedad
Los gustos y preferencias de cada perro varían. Ofrecer una variedad de masticables de diferentes tipos de proteínas enriquece la experiencia y evita que el perro se aburra. La caja premium es una excelente opción, ya que combina diferentes tipos de proteína animal y duraciones.
Entendiendo la durabilidad de los masticables
La clasificación de los masticables en duros, medianos o blandos es orientativa. La duración real de un masticable puede variar considerablemente de un perro a otro. No solo la dureza influye, sino también la genética, el aprendizaje y la manera en que el perro lo consume.
Conclusión
Elegir el masticable adecuado requiere considerar el tamaño, la experiencia, el entorno y las preferencias del perro. Así, se maximizan los beneficios, y se evita la frustración y el estrés, garantizando que la experiencia sea positiva y enriquecedora para el perro. Adaptar la masticación a cada situación y a cada perro es clave para lograr una actividad saludable y placentera.